Agrocultura
¿Qué es el Agrocultura?
es la sabia coexistencia del hombre con la naturaleza, el cultivo de plantas y la cría de animales en perfecta armonía con el ecosistema.
Agrocultura: la primera Cultura
Para nosotros es urgente estar en contacto con la tierra, la Madre Tierra, la sagrada Pacha Mama. Es importante conocer que para el gnóstico, regresar a la naturaleza es avanzar física y espiritualmente, pero la gente ve eso como un terrible retroceso. Los hombres y mujeres de la era de Acuario son seres mágicos, sencillos, enamorados de la Creación, que se deleitan con su integración en todos los niveles de la vida. El descubrimiento de los misterios quecada planta, animal le va develando es una constante inspiración.
Las personas se hacen día a día más sensibles a las vibraciones de la Naturaleza. La madre las va envolviendo en su orquesta de vibraciones, colores, sonidos, llevándolos por un viaje, despertando gradualmente los vórtices y chacras hasta llegar a formar parte conciente de ese mismo milagro de la Vida.
Sentirse parte integral de la Vida, conocer y vivir alegremente su papel en la Creación es nacer de nuevo. Con justa razón el Divino Daimón nos explica que es la Bendita Madre Naturaleza, la que encierra gran parte de los misterios del despertar de la conciencia. En la medida en que el hijo va despojándose de los diferentes sistemas, apegos, ambiciones, etc. Trabajando armoniosamente con la naturaleza interior y exterior, la madre le va entregando como recompensa la gracia de percibir y comprender su camino de un modo diferente. Eso lo hace ella, porque su hijo está regresando. Hay que entender que la Parábola del hijo pródigo no solo se aplica a la integración entre Hijo y Padre, sino también a los hijos pródigos quienes nos extraviamos o dejamos el seno de nuestra Bendita Madre Naturaleza.
El Regreso al Edén
El regreso es cerrar el ciclo, desde la salida del Edén y su retorno. Si bien es cierto que eso es un proceso alquímico interno, también es un proceso físico que se realiza despertando la magia de los sentidos físicos, o lo que el maestro llama la Magia de los Campos. El ingreso a la Tierra Prometida, el Éxodo, la Isla, implica el reencuentro con la Agrocultura, extraordinaria simbiosis mágica entre nuestra vida física y espiritual. La alquimia o trabajo con la tierra filosofal, tiene íntima relación con la facultad de la Agricultura y los elementos de la Naturaleza. El Hombre Acuariano debe volverse mago sacerdote de la Naturaleza, para que llegue nuevamente a ser el Rey, ese Hombre-Deva, despierto en la Ciencia que le rige, relacionado concientemente con todos los aspectos de la vida, viviendo en plenitud la liturgia de su existencia.
El regreso al Edén es por medio de la Agrocultura. Esa ciencia milenaria, aclara el maestro, era la primera cultura que enseñaron los Dioses a los hombres en la Lemuria, seguida la división de los sexos, y será también la cultura de entrada a la Edad de Oro de la gran sexta raza Koradi.
Es por esto, que todo estudiante gnóstico, todo joven debe preocuparse por conocer los fundamentos del Agro, porque cambia nuestra forma de ver la doctrina y a nosotros mismos. El V. M. Lakhsmi expresaba su anhelo que todo estudiante gnóstico hiciera un "cursito" de Agrocultura. Incluso propuso que en algunos de los temas se incluyeran en el Pensum de Primeras Cámaras, como son: la formación del planeta, la evolución de la esencia de reino en reino por la Naturaleza. Es hora que nuestros directivos nacionales en todos los países nos capacitemos en estas maravillosas enseñanzas tan actualizadas y puntuales en estos momentos de crisis por los cuales la humanidad estamos enfrentados.
Visión Práctica para el Futuro
En la Convivencia de Semana Santa del 2003 el V. M. Lakhsmi aclaraba públicamente que era hora que los Gnósticos nos organizáramos, unos en los campos y otros en las ciudades y pueblos, creando así un sistema de cooperación para garantizar la seguridad alimentaria del pueblo gnóstico. Los que convivieran en granjas integrales o comunidades sembrarían alimentos sanos para venderlos a los que estén en las ciudades, facilitándoles una fuente segura de energía sátwica para la generación del Hidrógeno Si 12, compensando un poco los efectos negativos de los venenos que a diario estamos consumiendo. De esta manera las misiones gnósticas continuarían en las grandes urbes, pero con una integración continua en los campos y comunidades. El pueblo tendría refugio en los Campos para descargarse de los terribles estragos y estrés de los sistemas, cargándose las pilas, llevándose la armonía y fuerza para enfrentar nuevamente la vida moderna.
Para muchos, estas ideas son tal vez utópicas o radicales, pero son en realidad planteamientos precisos y prácticos hechos nada menos por el Cristo Restaurador, para ayudar a un pueblo a enfrentar el colapso inminente de tantos sistemas. Años ha pasado el maestro advirtiéndonos sobre el hambre que viene, y es preocupante que en las mismas comunidades gnósticas es poca la agricultura que se ve.
La Importancia del Campo
Es hora de reevaluar nuestros conceptos sobre el Campo. No es justa la apreciación «Pisciana» de que es impráctico o irrealista vivir en el campo. Las personas que así pensamos nos falta cultura y debemos mirar nuestra falta de capacitación y actualización en las enseñanzas del Divino Daimón.
Los Hermanos Mayores del Espacio tienen como lema la "integración" y según el maestro afirma, el futuro de la humanidad está en los Campos. No saber vivir en los campos es señal de un gran vacío cultural en nuestra formación. Estos planteamientos del maestro no se tratan de fanatismo o extremismo, sino de sentido común.
En su gran sabiduría el maestro da a entender la necesidad de hacer las paces con la naturaleza, familiarizándonos con el campo, para que cuando vengan las hecatombes no sea eso un golpe demasiado duro y forzado para nosotros, regresando al seno de la Naturaleza no lleno de amor y de esperanzas, sino llorando y lamentando la comodidad y "seguridad" que teníamos en los pueblos. ¡Cuan grande es el amor del Cristo para sus hijos! Por todos los medios nos trata de preparar y ayudar para estar prevenidos frente a los grandes acontecimientos del final de la Raza. Bendito sea este glorioso Ser que a buena hora nos develó la cultura del agro, sus magias y misterios.
Edward Winfield
Coordinador Internacional de Agrocultura
Fuente: Revista Internacional Abraxas 2008